La digitalización del sector salud va lenta comparada con otros sectores. Sin embargo, hay inversores y grandes empresas que están apostando por él. ¿Por qué esta paradoja? ¿Qué tiene que pasar para que cambie?

Los inversores y las grandes empresas, sobre todo tecnológicas, ven en el Sector de la Salud un lugar donde la Economía de Datos, como la que vivimos actualmente, tiene mucho recorrido. La resistencia al cambio desde dentro es grande, pero la digitalización es imparable y los pacientes y ciudadanos (y los profesionales sanitarios en su faceta personal), en general, son digitales por lo que no entienden que en el Sector de la Salud se vaya por detrás de otros. Es cuestión de poco tiempo, la eclosión necesaria para recuperar el grado de desarrollo de transformación digital deseable es inminente.

Al mismo tiempo, los avances en el diagnóstico y tratamiento nos han permitido hablar de una Medicina de Precisión, que con toda la información anterior añadida podemos hablar ya de un nuevo concepto, el de la Medicina Exponencial.

Cambio en el Gobierno de España. ¿Cuáles son los principales retos en política sanitaria? ¿Puede la Administración Pública hacer más para impulsar la transformación digital?

Hay muchos retos para afrontar en el campo de la Sanidad y también en de la Salud. El envejecimiento y la cronicidad marcan un nuevo escenario, como también la digitalización y las tecnologías disruptivas. Todo ello, aderezado por un ciudadano informado y responsable que quiere ser protagonista de su vida.

Pero, si hemos de hacer sostenible nuestro Sistema Nacional de Salud, más pronto que tarde hemos de contribuir entre todos, cada uno dentro de sus responsabilidades y competencias, a la transformación digital. No es una cuestión únicamente de sistemas, sino principalmente de un cambio cultural.

Las nuevas tecnologías son nuestro mejor aliado. Simplemente con el conocimiento, productos y servicios actuales, podríamos distribuir mucho mejor los recursos económicos y humanos. Ya hay evidencia suficiente, lo que hace falta es liderazgo para acometer los cambios necesarios, que empiezan a ser urgentes.

Si el entorno cambia, ¿cómo pretendemos seguir con el mismo modelo que se pensó para hace más de treinta años?

Las startups que intentan hacerse un hueco en la salud digital encuentran, entre otras barreras, que la demanda no termina de despegar. Cambiar esta realidad va a llevar un tiempo, así que, en el aquí y el ahora, ¿qué consejos le darías a un emprendedor para aumentar sus posibilidades de éxito en el sector?

Estamos asistiendo a un crecimiento, en principio desmesurado de startups, que ven un camino fácil y luego se encuentran con que no es así. Solamente unas pocas serán exitosas y es honrado y ético decirlo alto y claro. Dicho esto, el camino es complejo, pero no imposible. Además, a una buena idea hemos de acompañarla durante todo el recorrido de una gestión excelente del proyecto, en principio bueno, y que sólo el tiempo se encargará de juzgar.

Es un mundo nuevo, y al mismo que se avanza, hay que preparar el terreno con la visión estratégica necesaria, evangelizando si es preciso.

Hace un par de semanas Ticbiomed moderó una sesión en el congreso de HIMSS & Health 2.0 sobre la “pilotitis” en salud. Una de las propuestas para que los pilotos con éxito finalmente se adquieran es que haya un líder desde la dirección de la organización sanitaria que se responsabilice de la asignación de recursos y el compromiso de adopción. ¿Qué le parece? ¿Qué otras medidas cree que serían importantes?

Es muy importante que aquello que tenga éxito se conozca y sirva de estímulo y acicate, no sólo para emprendedores, sino también para inversores, autoridades y sociedad en general. Si la ola es propicia, hay que potenciarla y sumar adeptos.

Hablando de medidas, serían favorecedoras algunas de índole fiscal, otras relativas a la creación de un ecosistema propio y sería también deseable la entrada de grandes firmas y fondos apostando por esta nueva realidad, ya que harían de “tractores”.

Las farmacéuticas se quedan rezagadas en los nuevos negocios, según un artículo de Cinco Días en el que, además, podemos leer declaraciones tuyas. ¿Qué le pasa a la industria farmacéutica y qué impacto puede tener que no se estén adaptando?

La industria farmacéutica, a la que es justo reconocerle su aportación a la I + D en el mundo del medicamento, ha vivido años de un desarrollo exponencial, permitiendo el control e incluso la curación de enfermedades. Pero en los últimos años han cambiado muchas cosas y muy rápidamente, precisando una adaptación que todavía no les ha llegado, aunque están en ello; parten de organizaciones diseñadas para otras épocas.

Sus resultados y aportación al Sistema nacional de Salud sigue siendo inapelable, pero nunca sabremos cuánto mejor les habría ido en todos los sentidos si su grado de adaptación hubiese sido más rápido y profundo.